El concepto de felicidad, discutido desde antiguo en Europa, cambió entre el Barroco y el Romanticismo para adquirir algunos aspectos que aún continúan vigentes. Este tema dejó de ser exclusivo de la filosofía y pasó a situarse en el horizonte vital como aspiración irrenunciable del ser humano. La felicidad apareció entonces entre los valores que se comunicaban mediante las técnicas de la retórica. Se convirtió en una preocupación colectiva que la literatura reflejaba. En el género de la novela se hacía posible crear ficción a través del lenguaje para escapar de la realidad y del paso del tiempo. Por eso el tema de la felicidad alcanzó un sublime lirismo que llegó a influir decisivamente en los orígenes de la novela francesa “fantastique”.
Saggi di
Gemma Álvarez Ordóñez, Francisco Arenas-Dolz, F. Cesar Gutiérrez V., Francisco Manuel Mariño, María Asunción Sánchez Manzano.